Lo sabemos. Vas a las carreras, de un sitio para otro mirando únicamente el reloj. El trabajo, la casa, el cuidado de niños, la familia, los amigos … Y al final, lo que dejas para el último lugar, e incluso no llegas a hacer, es lo que tiene que ver contigo, con tus gustos, aficiones, autocuidado y lo que te apetece realmente. Siempre antepones los demás y todos esos deberes que tienes frente a lo que quieres. Y, cuando se te ocurre hacerlo, aparece una vocecilla en tu cabeza que te dice que estás siendo egoísta.
En el fondo sabes que no es así, que tienes que poder hacer cosas que te interesen, te apetezcan y te permitan salir de la rutina en que estás metida todos los días. Y no porque seas egoísta, ni mucho menos, ni porque quieras divertirte porque piensas que lo mereces. Es que lo necesitas.
Buscar el tiempo necesario
Tener tiempo para ti misma, para hacer lo que realmente quieres, es algo imprescindible. Y no estamos diciendo que te pongas el mundo por montera y hagas lo que te apetezca en cualquier momento. Lo que has de buscar es conseguir el equilibrio necesario en tu vida para atender todo aquello que crees que tienes que hacer y, también, disfrutar haciendo lo que te apetece.
Párate a pensar cuáles son tus aficiones, tus gustos, tus inquietudes. Puede ser aprender a cocinar sushi, crear un canal de Youtube, apuntarte a un club de lectura o dar clases de Pilates. Siempre has querido, pero nunca has tenido tiempo para hacerlo. Y como no involucraba a otros lo has demorado y prácticamente olvidado.
Beneficios de dedicarte tiempo
Busca tiempo para ello, como si fuera algo que tuvieras que hacer por tus hijos o tu pareja. La solución a la falta de tiempo es delegar algunas tareas, de esas que asumes y sabes que otra persona se podría encargar fácilmente de ellas, como una empleada del hogar. Contando con gente de confianza te despreocuparás y conseguirás tiempo valioso que, a la larga, repercutirá en tu bienestar y los que te rodean.
Cultivar tus aficiones, dedicarte tiempo a ti misma o desarrollar un hobbie hará que te sientas más feliz, más plena, que seas más consciente de qué es lo que te gusta y quieres hacer. Esto repercute no solo en una felicidad momentánea, sino que te permitirá asumir el resto de tareas de otra manera.
También tendrá un reflejo en tus relaciones con otras personas. Si tú te sientes plena y satisfecha eso lo trasladas a los demás. Y te llenará de energía para cualquier cosa que quieras emprender. Dejarás de estar tan agotada y puede que te ayude a plantearte cómo organizar otros aspectos de tu vida.