Seguro que has escuchado más de una vez lo recomendable que es hacer una limpieza general al comienzo de cada estación. ¿Qué pasa en otoño? ¿En qué partes incidir? Lo vemos en las siguientes líneas.
Con el cambio de estación debemos realizar una limpieza profunda para eliminar el polvo y la suciedad acumulada durante el verano. Planificar una limpieza efectiva nos permitirá disfrutar más de nuestra casa. Lo primero es organizar el armario. Es momento de guardar el calzado de verano y los pantalones de lino para dar paso a las chaquetas y las botas. Hemos de aprovechar el cambio de temporada para deshacernos de lo que no usamos, lo que no nos sirve o simplemente lo que ya no está en condiciones. Además, no te olvides de lavar la ropa que ha estado meses guardada antes de volver a utilizarla.
Otro paso de la limpieza de otoño es revisar los radiadores que hayan acumulado polvo. Así evitarás que desprendan malos olores y que la suciedad acumulada impida que funcionen correctamente.
Limpiar ventanas y cristales
La llegada del otoño es ideal para limpiar las ventanas a fondo para eliminar todo el polvo y suciedad acumulado en los cristales mientras estuvieron abiertos en el verano. El polvo y las tormentas de verano han podido dejar los cristales de las ventanas bastante sucios. Más si se vive en una zona de playa. Hay que repasar los cristales de todas las ventanas. Especialmente los cerramientos que comunican con la terraza. También hay que insistir en los vidrios de los cerramientos de la terraza y repasar el altillo, la zona que queda encima de la caja de la persiana o entre esta y el techo.
Hay que aprovechar además para limpiar los colchones en profundidad y para pasar la aspiradora por toda la casa. Recuerda que limpiar ayuda a evitar las alergias típicas del otoño. El colchón quedará perfectamente limpio con una máquina de limpieza con vapor que mate bacterias y ácaros. Las hay con accesorios específicos para la limpieza de tapicerías.
Es recomendable que al menos una vez al año se realice una limpieza profunda en toda la vivienda para evitar que la suciedad acumulada durante años deteriore muebles y electrodomésticos.
También debemos prestar atención a las puertas y los interruptores. Si hay niños en casa, es probable que estos elementos se ensucien con más facilidad y rapidez. Para limpiarlos, se puede usar un robot limpiador para ventanas. Son cómodos, eficaces y se pueden programar.
Hay además que lavar bien todos los textiles (cortinas, ropa de cama…). Lavaremos todo siguiendo las indicaciones del fabricante. Otros textiles que no se deben olvidar son las sábanas y las colchas. Aunque parezca que no, puede que las cortinas necesiten un lavado aunque se lo dieras en la limpieza de primavera.
Otra tarea es limpiar a fondo el salón. Si hay sofás con fundas extraíbles, será mejor lavarlas antes de que llegue el otoño. Si tienes un sofá sin fundas extraíbles, se puede pasar la aspiradora o utilizar la vaporera para eliminar bacterias. Lo mismo decimos de los cojines.
No nos podemos olvidar de las alfombras. También se puede optar, si quieres una limpieza más profunda, por llevarlas a la tintorería.
Otro punto es hacer limpieza de nevera y despensa. Sin pasar por alto ninguna esquina ni recoveco. Para ello hay que mover los muebles, aspirar los rincones e incidir en lámparas y bombillas. Tanto las colgantes de techo, como las de pie o sobremesa. Es importante limpiarlas con paños suaves porque las pantallas son delicadas. Pueden romperse o rayarse.