Tu casa es tu templo, tu lugar íntimo, donde solo permites entrar a quien realmente es de tu confianza. Por eso seleccionar a la empleada del hogar adecuada para ti es una tarea complicada en que queremos ayudarte. Además de pensar qué necesitas y cómo esa otra persona puede ayudarte has de acostumbrarte a tenerla presente. No solo tú, sino toda la familia, y probablemente sean los niños a quienes más raro les pueda parecer.
Su contacto con otras personas se centra en la familia, los amigos y los compañeros del colegio. Su círculo, no cabe duda, es muy reducido e introducir en el a una persona nueva es un paso muy importante. Si nunca has tenido servicio doméstico en Madrid más aún, porque no están acostumbrados a tener a gente que aún no conocen en casa. Facilita que esa entrada sea poco a poco dándoles espacio para que se conozcan con calma.
Nadie sustituye a nadie
Además, en ese caso se da la circunstancia de que la nueva persona va a hacer muchas de las tareas que antes hacían sus padres. Desde encargarse de cocinar o las labores de limpieza a acompañarle al colegio o acostarle por las noches. Esto puede crear cierta incertidumbre en el pequeño, que puede ver cómo hay otra persona que está ocupando el lugar de sus progenitores.
Por eso, es importante hacerles saber desde un primer momento que la empleada del hogar es una persona de toda confianza que está ahí para ayudarle. Es necesario que exista entendimiento entre ella y los pequeños, porque probablemente van a pasar mucho tiempo juntos. Ha de saber que esa persona es una profesional que se encargará de realizar un trabajo, no de ocupar el sitio de sus padres.
De hecho, contar con una empleada en casa te permitirá tener más tiempo para ti, lo que normalmente se transforma en tiempo de más calidad para compartir con tus hijos. Es clave que los pequeños entiendan, y tú también, que el hecho de introducir a una persona en casa para que os eche una mano no quiere decir que tú dejas de lado a la familia o los dejas desatendidos. Simplemente se trata de una ayuda para determinadas labores o determinados momentos.
Poner en valor su trabajo
Es por eso que resulta también imprescindible que todos los miembros de la familia, incluyendo a los más pequeños, conozcan cuales son las labores y qué esperar de la nueva persona que se ha incorporado a la familia. De este modo no habrá lugar a malentendidos ni situaciones incómodas.
La entrada de una empleada del hogar en casa es una ocasión perfecta para poner en valor ese trabajo que va a realizar y al que, en ocasiones, no le damos la importancia que tiene. También para que los pequeños se relacionen con otras personas y pierdan dependencia de sus padres. En definitiva se trata de una oportunidad de permitirles crecer y, como tal, has de saber transmitírselas desde el principio.