Sabemos que sois muchas las familias que en estos días dais la bienvenida en vuestras casas a una empleada del hogar en Madrid. Puede que sea la primera vez que contratáis a una profesional o que sea una persona nueva porque tuvisteis a otras. Por eso, desde Empleada en casa creemos que es el momento adecuado de abordar un tema tan importante como este: cómo relacionarte con ella.
No en vano, se trata de admitir en tu casa a una persona a la que no conoces, que va a formar parte de tu rutina diaria y que, además, se va a encargar de lo que más quieres. Es necesario que pronto se establezca una confianza entre todas las partes. Ya sabes que, de no ser así y si ves que hay algo que no encaja, te ofrecemos hasta dos sustituciones de la profesional.
El tiempo de adaptación
No cabe duda que, como ante cualquier circunstancia, se necesita cierto tiempo de adaptación para que el servicio doméstico se adapte a la familia, y viceversa. Y para que ese sea lo más corto posible es importante conocerse. Interésate desde el primer momento por ella y trata de hacer lo más fácil posible su trabajo, porque es la forma en que conseguirás que lo desempeñe de la mejor manera posible.
La comunicación es básica en cualquier tipo de relación y aquí no iba a ser menos. Es necesario que esta sea fluida, sobre todo para evitar malos entendidos y conflictos. En especial cuando sucede algo que hay que modificar o corregir, es necesario poder comentarlo con total naturalidad y libertad, para evitar que la situación se enquiste y la relación se acabe deteriorando.
Es importante que cada uno sepa qué lugar ocupa en la casa y, al mismo tiempo, tener independencia. Esto te permitirá gozar de momentos de intimidad con tu familia, a pesar de tener a alguien trabajando en casa varias horas al día. En el caso de que se trate de una empleada interna en Madrid has de saber también darle su espacio para que pueda desarrollar su vida al margen de la familia.
Conversaciones continuas y fluidas
Nuestra recomendación es que al iniciarse la relación laboral tengáis una reunión en que intentéis exponer todas vuestras necesidades y que tanto ella como la familia resuelvan dudas que puedan tener respecto a las tareas y responsabilidades que se tienen. Pero no basta con una primera reunión, lo recomendable es trabajar juntos.
Ella va a desempeñar la gran parte de tareas de la casa, pero es necesario que tú la orientes, especialmente al principio, de qué tiene que hacer y cómo quieres que desempeñe su trabajo. Dándole indicaciones claras es la forma en que conseguirás llegar a un entendimiento. E igual que te decimos que tienes que hacer críticas cuando algo no está como tú esperas también te recomendamos que estas sean constructivas y educadas, ante todo.