A la hora de contratar a una empleada del hogar para que se haga cargo del cuidado de los niños y el hogar son varias las dudas que te surgen, especialmente si nunca has contado con una profesional que te eche una mano en casa. Es normal, al fin y al cabo, supone introducir a una persona nueva en tu hogar para que se encargue de lo que más quieres.
Uno de los primeros pasos a dar cuando uno se decide a tener servicio doméstico en Madrid es saber cómo se va a gestionar esa relación con otra persona, como vas a poder tener intimidad en tu casa cuando hay alguien que no forma parte de la familia en ella durante varias horas al día, incluso viviendo allí si optas por la posibilidad de contratar a una empleada del hogar interna.
Una profesional que se ajuste a ti
En Empleada en casa somos conscientes de esas dudas e incertidumbres que pueden surgir en el proceso de contratación y queremos ayudarte a aclararlas. Por eso elegimos a la persona que mejor se adecúe a lo que tú necesitas, y también a tus horarios. Compaginar la vida familiar con la presencia de otra persona que está trabajando puede llegar a ser un reto en ocasiones.
Por eso resulta fundamental que te encuentres cómoda con la empleada del hogar que selecciones. En Empleada en casa te ofrecemos hasta dos reemplazos precisamente por eso, para que estés segura y te sientas cómoda con quien se va a encargar del cuidado de los niños y el hogar.
También te aconsejamos de las mejores maneras de mantener la intimidad de tu familia cuando tienes a una persona que trabaja en tu casa durante varias horas al día. Como ya te hemos comentado en otras ocasiones la organización es muy importante y, en este caso, es habitual que la mayor parte de su jornada laboral se concentre en esas horas en que tú estás trabajando o realizando labores fuera de casa.
Compaginar horarios y labores
Por lo tanto, no coincidiréis durante buena parte del tiempo que ella está en el hogar trabajando. Si no es tu caso, porque teletrabajas o pasas más tiempo en el casa, es importante que ambas seáis conscientes de ello. Poniendo en común tus horarios y sus labores podéis establecer el modo de que ambas podáis hacer vuestras respectivas tareas sin interferir entre ellas.
No cabe duda de que resulta muy incómodo trabajar mientras otra persona pasa la aspiradora en la habitación de al lado o disfrutar de una película cuando alguien está limpiando alrededor. Para evitar estas situaciones y que cada persona tenga su propio espacio es importante fijar unos horarios y tareas de tal manera que no interfieran las actividades de unos y otros.
Además, recuerda que tú serás quien delimita las funciones a realizar por la empleada del hogar, marcando cuáles son y cuándo deben hacerse. Planifícalas de acuerdo a tu propio horario y de tal manera que puedas definir otras actividades, tanto dentro como fuera de casa. Ella puede estar trabajando en una zona de la casa mientras tú disfrutas de tiempo en familia en otra.
Tener a una persona contratada en casa no supone que pierdas tu intimidad, sino algo muy diferente. Gracias a tu empleada del hogar vas a tener tiempo para disfrutar esa intimidad con más intensidad y en más ocasiones.